“No puedes dejar que las tragedias del pasado determinen quién eres". - Tifa Lockhart (Final Fantasy VII)

A medida que la industria de los videojuegos en Colombia sigue creciendo, las mujeres continúan enfrentando barreras importantes que limitan su participación en los sectores técnicos. Desde una edad temprana, los estereotipos de género moldean las decisiones académicas y profesionales de las niñas, a pesar de que muchas de ellas muestran un interés genuino en carreras STEM. Siendo la falta de respaldo y los estereotipos las razones que provocan que muchas abandonen antes de completar sus estudios.
Un informe elaborado por investigadores de la Universidad de Washington señala que, a partir de los 6 y hasta los 10 años de edad los niños comienzan asociar las matemáticas y las ciencias con el género, reforzando un estereotipo erróneo de que las niñas no destacan en estas áreas del conocimiento. Este fenómeno llamado sesgo de autoselección está mayormente influenciado por la socialización y los estereotipos, y es una de las principales causas por las que muchas mujeres optan por no seguir carreras en campos como la tecnología y las ciencias exactas.
La UNESCO destaca que factores como el perfil étnico, las condiciones socioeconómicas y el estatus migratorio en las familias influyen en el nivel de apoyo y promoción que se brinda a la ciencia y la tecnología en el hogar. Esto significa que las niñas tienen más probabilidades de optar por áreas STEM en entornos familiares donde ya existen profesionales en estos campos. Sin embargo, aunque la demanda laboral de perfiles STEM está en aumento, la inclusión de niñas y mujeres debe estar alineada con sus propias metas y anhelos personales. No es democrático forzar a una generación entera a definir su futuro únicamente en función de las necesidades del desarrollo industrial.
Para Luis Correa, CEO en C2Games, estas barreras también impactan la representación femenina en la industria tecnológica: “Cuando publicamos ofertas de empleos, la mayoría de las personas que aplican son hombres. No he visto situaciones discriminatorias hacia las mujeres; al contrario, los estudios buscamos activamente más mujeres porque aportan en la diversidad de ideas. Actualmente, contamos con muy pocas mujeres en el equipo, pero las que han ingresado lo han hecho con un portafolio altamente competitivo. La equidad no solo implica brindar oportunidades, también exigir las mismas responsabilidades”.
Al examinar en los diversos departamentos y ciudades de nuestro país, se observó que el porcentaje promedio de mujeres que participan en las áreas STEM es del 36%, aunque estas cifras varían notablemente según la región analizada. Por ejemplo en Bogotá se destaca una mayor presencia femenina con tasas que alcanzan el 62%, mientras en lugares como Chocó la participación es considerablemente menor rondando el 31%. Estas disparidades regionales resaltan la importancia de implementar políticas especializadas, que impulsen la participación de mujeres en estos áreas, garantizando que un mayor número accedan a estas oportunidades en todo el país.
En todo el mundo se observan crecientes demandas de expertos en disciplinas técnicas en constante aumento. La Unión Europea estima que en 2024 se requerirán más de 700 000 profesionales nuevos en áreas como automatización y robótica. América Latina también enfrentará este dilema, y las proyecciones señalan que la región enfrentará un déficit de profesionales en TI. El Ministerio de las TIC prevé que se necesitarán profesionales adicionales para cubrir la demanda del sector.
El peligro de esta situación es que la falta de diversidad en la participación termine promoviendo una única perspectiva: una manera homogénea de ver el mundo y de atender sus necesidades. Por lo tanto, corremos el peligro de acabar desarrollando tecnologías creadas desde la visión de unos pocos, quienes no pueden comprender las particularidades de aquellos que son distintos.
La situación en Colombia refleja el impacto de un entorno que aun lucha contra el machismo, un obstáculo que infortunadamente aún persiste no solo en la industria tecnológica, también en otros sectores. Eva Colasso, co-fundadora de Blokwise, comenta al respecto: "Afrontamos una realidad marcada por el machismo; lo cual es lamentable. Sin embargo, seguimos avanzando, no solo en este sector. Las mujeres debemos tener mayor confianza en nosotros mismas y tomar la iniciativa para dedicarnos a lo que realmente nos apasiona. Aunque en algunas ocasiones me he encontrado comentarios sexistas, mis clientes valoran mi trabajo. Creo que las mujeres deberíamos apoyarnos más y colaborar juntas para transformar el panorama”.
Este escenario de falta de diversidad no es algo exclusivo de la industria de los videojuegos. Olga Paz, coordinadora de la Campaña Dominemos la Tecnología en Colombia, destaca la gravedad del problema en la creación de contenido tecnológico: “Solo el 6% de las aplicaciones a nivel mundial son creadas por mujeres. Esta situación es alarmante porque la tecnología refleja nuestros comportamientos sociales, y si las mujeres están ausentes en su creación, se perderán importantes perspectivas que podrían enriquecer la innovación”.
El panorama es esperanzador y el talento está presente, pero su visibilidad y éxito dependerán del apoyo que reciban en un sector que crece a ritmo acelerado. Colombia tiene un potencial enorme para consolidar su industria con un entorno que ya se moviliza hacia modelos internacionales. Ahora el desafío será fortalecer las iniciativas creativas que permitan al país destacar como un referente global en innovación y desarrollo.