“No puedes dejar que las tragedias del pasado determinen quién eres". - Tifa Lockhart (Final Fantasy VII)
A medida que la industria de los videojuegos en Colombia sigue creciendo, las mujeres continúan enfrentando barreras importantes que limitan su participación en los sectores técnicos. Desde una edad temprana, los estereotipos de género moldean las decisiones académicas y profesionales de las niñas, a pesar de que muchas de ellas muestran un interés genuino en carreras STEM. Sin embargo, la falta de apoyo y la persistencia de estos estereotipos hacen que muchas desistan antes de graduarse.
Un estudio realizado por Darío Cvncek, Andrés Meltzoff y Anthony Greenwald, investigadores de la Universidad de Washington, revela que entre los 6 y 10 años, los niños ya comienzan a asociar las matemáticas y las ciencias con el género, reforzando la idea errónea de que las niñas no son "buenas" en estas disciplinas. Este fenómeno, conocido como sesgo de autoselección, está fuertemente influenciado por la socialización y los estereotipos, y es una de las principales razones por las que muchas mujeres no eligen carreras en áreas como la tecnología y las ciencias exactas.
La UNESCO destaca que factores como el perfil étnico, las condiciones socioeconómicas y el estatus migratorio en las familias influyen en el nivel de apoyo y promoción que se brinda a la ciencia y la tecnología en el hogar. Esto significa que las niñas tienen más probabilidades de optar por áreas STEM en entornos familiares donde ya existen profesionales en estos campos. Sin embargo, aunque la demanda laboral de perfiles STEM está en aumento, la inclusión de niñas y mujeres debe estar alineada con sus aspiraciones personales. No es democrático forzar a una generación entera a definir su futuro únicamente en función de las necesidades del desarrollo industrial.
Luis Correa, fundador de C2Games, observa cómo estas barreras también afectan la representación femenina en la industria tecnológica: “Cuando publicamos ofertas de trabajo, la gran mayoría de las personas que aplican son hombres. No he encontrado situaciones de discriminación hacia las mujeres; al contrario, los estudios buscan activamente más mujeres porque aportan diversidad de ideas y una atención meticulosa al detalle. Actualmente, tenemos muy pocas mujeres en el equipo, pero quienes han ingresado lo han hecho demostrando un portafolio altamente competitivo. La igualdad no solo significa ofrecer oportunidades, sino también exigir las mismas responsabilidades.”
Al analizar los departamentos y las ciudades, se identifica que el promedio de participación femenina en STEM es del 36.8% a nivel nacional. Sin embargo, las cifras varían considerablemente entre las regiones. Ciudades como Bogotá muestran una mayor representación femenina en estas áreas, con tasas que alcanzan el 62.7% en algunos campos específicos. En contraste, regiones como Chocó presentan una participación significativamente menor, con cifras cercanas al 31.1%. Estas diferencias regionales subrayan la necesidad de políticas específicas para fomentar la inclusión femenina en las áreas STEM, asegurando que más mujeres tengan acceso a estas oportunidades en todo el país.
A nivel global, la demanda de profesionales en áreas técnicas sigue en aumento. La Unión Europea estima que para 2024 se necesitarán más de 700,000 nuevos profesionales en áreas como la automatización, la inteligencia artificial y la robótica. América Latina no está exenta de esta necesidad; Cisco proyecta que en 2023 la región enfrentará un déficit de 450,000 profesionales en TI, y en Colombia, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) prevé que se necesitarán 70,000 profesionales adicionales para cubrir la demanda del sector.
El peligro de esta situación es que la falta de diversidad en la participación termine promoviendo una única perspectiva: una manera homogénea de ver el mundo y de atender sus necesidades. Así, terminamos con tecnologías creadas desde la visión de unos pocos, quienes no pueden comprender las particularidades de aquellos que son distintos.
La situación en Colombia refleja el impacto de un entorno que todavía lucha contra el machismo, un obstáculo que persiste no solo en la industria tecnológica, sino en muchos otros sectores. Eva Colasso, cofundadora de Blokwise, reflexiona sobre esta realidad: “Vivimos en un mundo machista, lo cual es una tristeza, pero estamos avanzando, no solo en este sector sino en muchos. En Colombia, las mujeres necesitamos confiar más en nosotras mismas y tomar la iniciativa para involucrarnos en lo que realmente nos apasiona. Aunque me he encontrado con comentarios sexistas, mis clientes valoran mi trabajo. Creo que las mujeres debemos apoyarnos más y trabajar juntas para cambiar el panorama.”
Este panorama de falta de diversidad no es exclusivo de la industria del videojuego. Olga Paz, coordinadora de la Campaña Dominemos la Tecnología en Colombia, subraya la gravedad del problema en la creación de contenido tecnológico: "Solo el 6% de las aplicaciones a nivel mundial son creadas por mujeres. Esto es alarmante porque la tecnología refleja nuestros comportamientos sociales, y si las mujeres están ausentes en su creación, se perderán importantes perspectivas que podrían enriquecer la innovación".
Casos de éxito como “Moana: Rhythm Run” de Cocodrilo Dog Games, cuya cofundadora, Margarita Torres, coprodujo con Disney el videojuego oficial de la película, o “Formula Cartoon 2” de Eva Colasso, cofundadora de Blokwise, para Cartoon Network, demuestran el gran talento femenino en la industria. A esto se suma “Guerrera Nacata,” un proyecto innovador desarrollado por 17 internas de la cárcel El Pedregal en Medellín, que destaca cómo las mujeres, incluso en situaciones adversas, están rompiendo barreras y dejando su huella en el mundo de los videojuegos.
El panorama es esperanzador, y el talento femenino está presente, pero su visibilidad y éxito dependerán del apoyo continuo que reciban en un sector que crece a ritmo acelerado. Colombia tiene un enorme potencial para consolidar su industria con un ecosistema nacional que ya se moviliza hacia modelos internacionales. El verdadero desafío será fortalecer las iniciativas creativas que permitan al país destacar como un referente global en innovación y desarrollo.